Internet es un medio libre y abierto y la cantidad de sus contenidos es abrumadora. El último informe de NetCraft dice que el número de sites activos asciende a 716.822.317 en total (frente a los 238.027.855 que se listaban en 2009). Sabiendo esto es fácil de entender que es absolutamente necesaria la tarea que desempeñan los motores de búsqueda: «llevar el orden al caos».
Los buscadores tienen la importante tarea de leer, catalogar y valorar las páginas web a las que puede acceder. Para más tarde mostrar resultados ordenados y organizados bajo criterios de búsqueda específicos. Por eso, podemos decir que los buscadores tienen la difícil tarea de «poner orden en el WWW».
El propietario de una página web estará interesado en que las listas resultantes de búsquedas concretas incluyan su proyecto, que lo describan correctamente y que el usuario final decida visitar el site. Aquí es donde empieza el trabajo SEO (del ingles «Search Engine Optimization»).
Un proyecto de posicionamiento en buscadores consiste en la realización de una larga lista de tareas que tienen como finalidad «convencer a los motores de búsqueda de que una página web vale la pena». Puede parecer simplista, pero todo se resume en eso: el «SEO» ayuda a los buscadores en la tarea de selección y clasificación, dándoles pistas claras, haciendo que las páginas web sean más accesibles y fáciles de interpretar, dando información adicional y complementaria, etc…
Entre todas las tares pueden destacarse:
Estudio de palabras clave
Estudio de la competencia
Optimización web y de contenidos
Obtención de enlaces entrantes y gestión de enlaces salientes
Monitorización de resultados y creación de informes (tráfico/posicionamiento)
Etc, …