El cloud computing o “computación desde la nube” es un nuevo modelo de prestación de servicios de negocio y tecnología. Permite incluso al usuario más inexperto acceder a un catálogo de servicios estandarizados y responder con ellos a las necesidades de su negocio, de forma flexible y adaptativa, en caso de demandas no previsibles o de picos de trabajo, pagando únicamente por el consumo efectuado. Incluso gratuitamente en caso de proveedores que se financian mediante publicidad o de organizaciones sin ánimo de lucro.
El cambio que ofrece el cloud computing es que permite aumentar el número de servicios basados en la red. Esto genera beneficios tanto para los proveedores, que pueden ofrecer, de forma más rápida y eficiente, un mayor número de servicios, como para los usuarios que tienen la posibilidad de acceder a ellos, disfrutando de la transparencia e inmediatez del sistema y de un modelo de pago por consumo. Así mismo, el consumidor ahorra los costes salariales o los costes en inversión económica (locales, material especializado, etc.).
El cloud computing consigue aportar estas ventajas, apoyándose sobre una infraestructura tecnológica dinámica que se caracteriza, entre otros factores, por un alto grado de automatización, una rápida movilización de los recursos, una elevada capacidad de adaptación para atender a una demanda variable, así como virtualización avanzada y un precio flexible en función del consumo realizado, evitando además el uso fraudulento del software y la piratería.
¿Pero cuáles son los beneficios reales del cloud computing para nuestra empresa?
- Capacidad de almacenamiento “ilimitada”. El cloud computing ofrece un almacenamiento prácticamente ilimitado. Cualquier ordenador o servidor personal o de empresa no puede competir con la ingente capacidad de los centros de datos.
- Fácil manejo. Integración de sistemas de forma automática. La integración de sistemas se produce de forma prácticamente automática en la nube, lo que significa que las empresas no necesitan preocuparse por resolver problemas técnicos complejos de interoperabilidad entre las soluciones contratadas. La integración de soluciones en la nube garantiza a las empresas el acceso a información coherente e integrada desde cualquiera de las soluciones, y elimina la necesidad de realizar tareas de registro de datos por duplicado.
- Adaptación. Se pueden escoger los servicios que se adapten a nuestro negocio en cualquier momento, aspecto que permite iniciarse en servicios menos complejos para avanzar en servicios más complejos en caso de ser necesario.
- Copias de seguridad. Al estar la información almacenada en la nube, la empresa puede acceder a ella en todo momento, con independencia de que se produzca algún incidente que le impida hacer uso de sus herramientas propias. Ante cualquier desastre, siempre habrá copias de seguridad disponibles que evitarán la pérdida de cualquier dato.
- Escalabilidad. Puedes pagar por lo que necesites y cuándo lo necesites. Si determinados días del mes necesitas más capacidad o almacenamiento de datos, puedes aumentar tus servicios de forma instantánea, en tiempo real, vía servicio individual, sin necesidad de ingenieros para los picos de demanda, de esta manera la flexibilidad del cloud computing se adecúa a tus necesidades.
- Existe una independencia del dispositivo y la ubicación, lo que permite que los usuarios puedan acceder a los sistemas usando un navegador de Internet independiente de su ubicación geográfica y del sistema operativo o computador. Esto favorece el teletrabajo, permitiendo ahorrar en espacio de oficina y, por lo tanto, en la cuenta energética de la empresa.
- Optimización del uso de los recursos. Optimizar los recursos permite reducir la carga de trabajo del personal respecto a tareas técnicas y que puedan dedicar más tiempo a otras más productivas para tu empresa.
- Reducción de costes. En el cloud computing puedes pagar sólo por lo que usas, además de que no es necesario adquirir ningún tipo de hardware ni software, lo que no sólo reduce el coste en la adquisición de dichos componentes, sino que ahorrar también en mantenimiento y energía.
- Tecnología asociada. El proveedor del servicio se encarga de actualizar y mejorar el servicio y fortalecer la seguridad. En muchos casos ofrecerá almacenamiento masivo (reduciendo el gasto en servidores propios) y posibilidad de recuperación ante desastres.
- Reducción del “Time to Market”. Una de los usos que ofrece cloud computing es la paralelización de los procesos. Si un proceso requiere un uso computacional alto, con intensos trabajos de manejo de datos que toman mucho tiempo, es posible dividirlo en varios procesos y ejecutarlos paralelamente en muchas unidades de procesamiento para reducir el tiempo total de procesamiento a solo una fracción del tiempo original. Con la elasticidad del sistema es posible pagar por esta gran cantidad de cómputo sólo en el momento que se requiere, reduciendo los tiempos de desarrollo de nuevos productos, por ejemplo, dando la ventaja competitiva al negocio.
- Respeto al medio ambiente. El cloud computing ayuda al medio ambiente. La razón principal es que la tecnología cloud reduce el número de máquinas en funcionamiento y por tanto la huella de carbono de muchas empresas.
Gracias a la virtualización se puede llegar a reducir entre un 60 y un 70% la utilización de servidores. Además, los grandes centros de datos compartidos suelen ser capaces de utilizar un número mínimo de maquinas físicas que logran el mismo resultado que un centro de datos propio o interno. Los centros de datos de gran tamaño asignan de manera dinámica los recursos que necesitan, mientras que aquellas empresas que solo cuentan con sus propios recursos tienen que invertir en nuevas máquinas para ampliar su capacidad. Hace tiempo que el cloud computing está revolucionando internet…