El diafragma es el elemento que se encarga de controlar el paso de la luz en una cámara, está situado dentro del objetivo o lente. Está formado por una serie de aspas que se abren o se cierran que son las que permiten regular ese paso de luz.
La apertura de una cámara de fotos es también conocida como número f y nos indica la luminosidad del objetivo que incorpora. Los famosos números f corresponden al grado de abertura del diafragma. Teniendo esto en cuenta un número pequeño corresponderá a una abertura muy grande mientras que un número grande corresponderá a una abertura muy pequeña.
El diafragma de una cámara fotográfica además de controlar el paso de luz también se encarga de controlar la profundidad de campo. La profundidad de campo es el área que está enfocada dentro de una fotografía y va completamente relacionada con las medidas del diafragma. A menor número más pequeña será la profundidad y a mayor número más grande será la profundidad. Si abrimos el diafragma a tope entrará luz por la mayor parte del diámetro de la lente frontal haciendo que solamente apreciemos una parte enfocada. Pero si lo cerramos la superficie útil de la lente será menor haciendo que los planos de nitidez aumenten.
Al margen del tipo de objetivo que tengamos pueden aparecer varios problemas relacionados con la apertura. Cuando lo abramos al máximo nos aparecerán bordes negros en las fotografías. Cuando lo cerremos al máximo al pasar la luz por un espacio tan pequeño se distorsionará y perderá nitidez.
Es por esto que lo recomendable para conseguir calidad óptima de fotografía y evitar problemas, se hagan disparos con diafragmas intermedios