Dar los buenos días y buenas noches, compartir tu estado de ánimo, la canción que no te sacas de la cabeza, subir fotos de tus hijos, primos sobrinos pequeños… de tu gato ¡o de la planta que acabas de comprarte! En definitiva, contar en exceso tu vida a través de las redes sociales tiene nombre: “oversharing”. Que es básicamente eso, el “síndrome” de compartir casi o absolutamente todo en Internet.
Sí, hemos de reconocerlo, la era digital ha cambiado buena parte de la interacción entre nosotros, las personas. Mientras que antes, cuando quedabas con alguien, le contabas qué habías hecho el fin de semana, ahora ya no es necesario porqué lo has retransmitido en directo. Probablemente Facebook o Instagram, por decir dos redes al azar, le habrá dado algunas pistas de lo que has hecho. Eso es el oversharing, lo que literalmente se traduciría como “sobre compartiendo”.
Hasta ahí parece que la responsabilidad cae sobre nosotros mismos. Sólo te arriesgas a aburrir a tus amigos o seguidores y estos decidan dejar de leerte o seguirte. Pero hace relativamente poco, el concepto de oversharing ha hecho una especie de boom y se ha abierto un debate digital especialmente ante el nacimiento de los hijos y su posterior desarrollo. ¿Por qué? Bueno, en principio son los padres y familiares que determinan informar y mostrar las fotos del recién nacido o niño- Pero ¿puede irse de las manos? Y ¿qué dirá el “ojo meneado” cuando haga uso de razón? Él no decidió mostrar esas imágenes.
Oversharing, tendencia
Sin entrar en el debate de cómo le podrá sentar, si será positivo o negativo para su crecimiento, lo que sí es cierto es que el oversharing es una tendencia, un problema o una situación (tú decides) que va de la mano del fenómeno de la digitalización de nuestras vidas, especialmente el relacionado con las redes sociales.
Bueno o malo, cada cual sabrá si sobre comparte o no. En Sinapsis no nos encargamos de juzgar, sino solo de informar y esperamos, al menos, haberos invitado a reflexionar 🙂