400 millones de usuarios únicos cada mes dan buena cuenta del futuro de la plataforma de la imagen silenciosa, Instagram. Un servicio, enfocado exclusivamente al móvil, que ha cautivado de tal manera a los usuarios que, en un par de años, podría conseguir que superara en ingresos publicitarios a gigantes como Google o Twitter.
El proyecto publicitario de la plataforma se inició hace poco más de año y medio con una primera iniciativa que les llevó a publicar 475 primeras campañas cuidadosamente elegidas y elaboradas. Tras esta primera prueba piloto, la red social anunciaba en su blog de negocios hace unos meses que abría la posibilidad de ejecutar campañas publicitarias con “nuevos formatos, mayor relevancia y más disponibilidad”. Se abría la veda para todo el mundo. La previsión de ingresos para los próximos dos años es de casi 3.000 millones de dólares.
El modelo de negocio de Instagram es muy parecido al de Facebook o al de Twitter, con publicaciones patrocinadas de anunciantes, alineadas con los gustos y preferencias de cada usuario; o lo que es lo mismo, dependiendo de los seguidores y “me gustas” de la cuenta, la aplicación muestra una publicidad adaptada. ¿Pero por qué sus perspectivas son mejores que las de otras plataformas?
Según James Quarles, responsable global de negocio y desarrollo de marca en Instagram, “se trata de una plataforma para descubrir, para llegar directamente al productor o creador. Es una ventana al mundo que muestra su personalidad y sus valores. Permite buscar tendencias y, al mismo tiempo, crear un catálogo con su oferta. Lo que las empresas están construyendo en Instagram, es un lugar visual donde los usuarios buscan constantemente nuevos productos a través de las imágenes, ya sea siguiendo directamente a las marcas, o a un líder de opinión, que actúa como prescriptor”.