Cuando hablamos de tráfico directo nos referimos al volumen de usuarios que entran directamente en nuestra página web. Es decir, no llegan por medio de enlaces en otras páginas. Utilizan el buscador para encontrar nuestra URL directamente, no existiendo pasos intermedios. También pertenecen al tráfico directo todas aquellas búsquedas que el usuario realiza mediante sus marcadores o favoritos. Gracias al tráfico directo sabemos hasta qué punto se conoce nuestra web y si es fácil acordarse del nombre de la marca.
Google Analytics y el tráfico directo
Además de la búsqueda directa de nuestra web por parte de los usuarios Google Analytics interpreta como tráfico directo las siguientes opciones.
- Enlaces que provienen de documentos con formatos como PDF, Word, Power Point, etc…
- Enlaces que redireccionan a un página segura https:, pero el sitio no cuenta con el certificado SSL.
- Enlaces ubicados dentro de mails siempre y cuando se utilice una aplicación de correo electrónico en el propio dispositivo. En el supuesto de que el correo haya llegado por Gmail, Hotmail o Yahoo en al principio del registro ya aparecerá el nombre del servidor.
- Visitas que se reciben a través del historial que guarda el dispositivo empleado.
- Enlaces que se encuentran con JavaScript, esto es lo que suele ocurrir con la mayoría de los banners publicitarios
- Enlaces que se encuentran mediante un servidor Proxy o que están dentro de una intranet.
No es algo que ocurra solamente con Google Analytics. El resto de instrumentos de análisis de buscadores tienen problemas similares para interpretar el tráfico directo.